Un reconocido orador, después de su presentación, inició su seminario sosteniendo un billete de 20 dólares y preguntó al auditorio:

¿Alguien quiere este billete?

Varias personas levantaron la mano.

Entonces les dijo:

Alguno de ustedes recibirá este billete, pero antes voy a hacer algo. Tomó el billete con su mano y lo oprimió hasta arrugarlo. Luego volvió a preguntar si alguien lo quería.

Nuevamente, las manos del auditorio se mantuvieron arriba.

Bien, dijo el orador, ¿Y si hago esto?

Tiró el billete al suelo y empezó a pisarlo. Después lo recogió sucio y maltrecho del  piso, volviendo a preguntar si todavía lo querían.

Las manos continuaban arriba.

Amigos míos, comentó el orador,  han aprendido una valiosa lección:

No importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo quieren, porque su valor no disminuyó, pues todavía vale 20 dólares. Muchas veces en nuestra vida somos derribados, injustamente maltratados,  nos sentimos mal por decisiones equivocadas tomadas y demás circunstancias, las cuales nos hacen sentir  como si ya no valiéramos nada.

Pero no importa lo que les haya pasado o pueda pasar, ustedes nunca perderán su valor. Debemos aprender a superar nuestras debilidades, que distraen la verdadera pasión del verdadero valor de un ser humano. Valemos lo máximo, y nadie te lo puede quitar. Es tu decisión reaccionar y aminorar el tiempo de restauración del gran valor de tu creación. Eres único y universal, pero lo más importante es que lo sientas.

De todas formas, a continuación describiré algunos consejos para que nos enfoquemos constantemente en la grandeza de nuestro valor:

Actitud: La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo. Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos.

El cuerpo: Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz. Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien.

El momento: La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Sólo se la puede encontrar en los momentos. “Hoy es el mañana de ayer”, además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.

Nuestra propia imagen: Debo aprender a amarme a mí mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados. Cuanto más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás. Dag Hammarshöld decía: “El camino más difícil es el camino al interior”… pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

Las metas: ¿Sabes cual es la diferencia entre un sueño y una meta? Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo una idea, algo que está fuera de la realidad,  así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad. “Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, irás a parar a las estrellas…”

El humor: La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva. Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz. Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.

Dar: Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio. Las leyes de la energía te devolverán con creces lo que des. Si das Odio, recibirás odio, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.

Dale al mundo lo mejor de ti, aunque pueda que no sea lo suficiente.

 

Escribe en tu libro de mapa mentales los aprendizajes y compromisos que logras sacar de la lectura de este artículo.

 

Fuente: Historia tomada del anonimato de la humanidad.