La mayoría de las personas esperan no poder realizar nada de valor en sus vidas y pocas veces se llevan un chasco. Lo triste es que podrían cambiar mucho este mundo si no esperaran fracasar. Henry Ford dijo: “No existe una persona que no sea capaz de hacer más de lo que piensa que puede hacer”. Sin embargo, incluso los más dotados, tanto si son poetas como fontaneros, no conseguirán gran cosa en este mundo a menos que se libren de las limitaciones que se imponen a sí mismos.
La confianza lo es todo cuando se trata de alcanzar el éxito. Una falta de fe en sus propias capacidades es el motivo principal de que la mayoría ni siquiera se acerque a la consecución de todo su potencial. Dudar de uno mismo es algo mucho más extendido de lo que usted puede imaginarse. Todo el mundo duda de sí mismo, hasta cierto punto.
Al igual que casi todos los demás, usted puede hacer más de lo que cree porque casi todas sus limitaciones se encuentran en su mente. El peligro es que las falsas dudas respecto a sí mismo pueden hacerse realidad. Las expectativas negativas atraen resultados negativos. Cuando diga que las cosas no le van a funcionar será un profeta con un historial de aciertos endiabladamente bueno.
Es importante que ignore a aquellos que están demasiado deseosos de disuadirle para que intente algo desafiante. Cuando tenga fe en sus capacidades, tendrá poca importancia que otras personas le digan que lo que esta usted persiguiendo no puede hacerse. De hecho, si tiene una actitud ganadora, el que otras personas le digan que no puede hacerlo puede darle aún más motivación e impulso para conseguirlo. Las grandes satisfacciones que da la vida provienen de hacer lo que otros dicen que no es usted capaz de hacer.
Tampoco debe permitir que sus fracasos pasados le detengan. Es fácil dejar que el fracaso se haga dueño de su mente. La forma de combatirlo es colocarlo en la perspectiva adecuada y en no aferrarse a él. Hay demasiadas formas de generar dudas respecto a su propia capacidad y, por lo tanto, es mejor no emular al autor del graffiti que escribió: “Disfruto con el fracaso porque puede conseguirse con muy poco esfuerzo”. Esa no es la manera de cambiar este mundo.
Por supuesto, el mayor fracaso es el de la persona que no intenta. Cuando llegue una oportunidad de mejorar su vida, debe estar dispuesto a aprovecharla. Permítase intentarlo y permítase fracasar. El fracaso sacará su ignorancia a la superficie y debe celebrar tanto el fracaso como la ignorancia, porque, de ese modo, se hará más sabio. Y no olvide darse permiso para tener éxito. Con el éxito, se volverá usted aún más sabio.
Si ha experimentado recientemente, ofuscación, poca autoestima, infelicidad o frustración, tiene que aceptar que ha estado haciendo algo mal. Debe usted salir del sendero trillado y encontrar alguna montaña para escalar. Tenga bien presentes las palabras de Richard Bach: “Discuta sus limitaciones y se encontrará con que son suyas”. No debería conformarse con menos de aquello que es capaz de conseguir. ¿Por qué conformarse con la media cuando su talento, combinado con la motivación y el esfuerzo, puede situarle muy por encima de la media?
Virgilio dijo sabiamente “Ellos pueden porque piensan que pueden”. Es importante que se libre de las limitaciones que se ha impuesto usted mismo. Debe convencerse de que sus limitaciones son menos y mucho menores que aquellos a los que se ha estado sometiendo. Limitarse a ir haciendo, cuando puede hacerlo mucho mejor, no es forma de pasar el resto de su vida. Llega un momento en que uno debe tomarse las cosas en serio y demostrarle al mundo lo que puede hacer.
Fuente: 101 cosas que ya sabes, pero siempre olvidas. Amat Editorial. Ernie J. Zelinski
Juan Carlos Caramés Paz
Experto en Creatividad, Autor, Conferencista, Asesor y Consultor.
Con más de 20 años al servicio de más de 800 empresas y 1.500.000 seres humanos formados. Más de 50.000 horas de facilitación. Más de 3.500 conferencias dictadas en: Venezuela, Panamá, Guatemala, Costa Rica, Estados Unidos, Colombia, México, Argentina, Perú, Dubai.