“Nada es más suave y al mismo tiempo tan fuerte como el agua, que fluye firme y lentamente, con la sabiduría  de tener el  mismo destino del hombre: seguir adelante”,,,

-Anónimo

 

¿Quién no ha escuchado la expresión “Pásala la Página”?

Hasta una vez escribí un artículo, sobre mi filosofía de “Pasar la Página”. Pero a veces, una página puede ser muy larga, o muy tarde. En términos de vida, es recomendable, acelerar cualquier acontecimiento, para sentirnos mejor, para hacer algo más positivo, para enriquecer nuestro abanico de oportunidades.

Hace poco escribí la letra de una canción, para uno de mis hijos, donde hacía reflexión al arte de brillar, pero que sin querer, muchas veces, nos oscurecíamos al dudar, permitiendo que la indecisión espantara las ilusiones, estancando el alma y contaminando los amaneceres.

Sólo HOY hay vida, AYER se fue, siempre todavía será ahora.

¿Para qué vivir con recuerdos tóxicos?

¿Por qué invertimos tanto tiempo en darle vuelta a muchos acontecimientos que ya pasaron?

Hay que enamorar la oportunidad, cualquiera puede ser grande. Hay momentos en que la vida no tiene color, capítulos grises de un otoño sin punta. Cuanto más sentido tenga la vida, más brilla.

A veces no lo sabemos, o no nos damos cuenta, pero nos irrespetamos cuando lo que no te gusta sigue, cuando lo absurdo pinta la oscuridad y cuando lo indeseable se transforma en recuerdo, día a día.

Dicen que es imposible hacer los días más largos, están limitados por el sol y la luna. Pero hay días sin sol y, también, noches sin lunas. Hoy estás, mañana un quizás. El tiempo se agota con el andar, nadie lo puede parar, pero siempre hay segundos para reaccionar.

Nunca dejes que te apagues, eres el timón del navegar, y el capitán de tu alma. La vida es quizás lo único que realmente nos pertenece, estamos compuestos de ella. Entonces, ¿Por qué esperar…, para estar mejor…, para cambiar…?

Comienza a aplicar cuatro principios, que le puedes regalar a tu vida…

Primero, “Pasa el día”, cuando el balance no fue tan positivo, cuando lo ocurrido no vale la pena recordar, o cuando lo que pasó no vale la pena contarlo.

Cada día, es una pequeña vida. Cada amanecer, calienta la esperanza y cada anochecer se acuesta para renacer.

Segundo, “Pasa la hora”, cuando te ahogues en angustia por lo que no puedes controlar, que amarga el preciado tiempo. Joaquín Sabina, una vez, escribió… “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, llega la hora de morirse”.

Pasar la hora, quiere decir ponte en otra cosa, busca distraer lo amargo por lo dulce de un nuevo momento. Atraerá lo diferente, y mejores dividendos obtendrás.

Tercero, “Pasa el minuto”, cuando la rabia, por lo que sea, contamina el oxígeno de tu sangre. Tener rabia está permitido, pero endurece el alma. En un minuto, se puede ir todo. A veces, hay que pensar mejor, y darse un minuto para hacerlo, te puede dar un tremendo dividendo.

En un minuto puedes meter la pata, también pensarlo mejor para no meterla. Rainer María Rilke, escribió una vez… “En la vida no hay clases para principiantes. En seguida exige de uno lo más difícil”.

Cuarto, “Pasa el segundo”, cuando el susto ya no vale la pena contarlo. Cuando lo que casi pasó, nunca se convertirá en historia, cuando lo indeseable amarga un momento.

Quiero finalizar con este coctel vitaminas, para fortalecer el alma y llenar de riquezas, los segundos que faltan de esta bella existencia…

Arriésgate, es cierto que puedes perder, pero ¿has pensado en lo que puedes ganar?…

Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas…

La vida te enseñará que las personas siempre fallan, que el amor nunca será perfecto, y que realmente existen pocos amores de novela.

La vida te enseñará a caerte y volverte a caer, pero tú le enseñarás a la vida que puedes levantarte mil veces y más.

La vida logrará, algunas vez, poner arrugas en la cara, pero nunca logrará envejecer a un corazón lleno de esperanza.

La felicidad no consiste en lo que pasa a nuestro alrededor, sino lo que pasa dentro de nosotros.

Si vives cada día de tu vida como si fuera el último, algún día realmente tendrás razón.

Steve Jobs