A pesar de que podemos hacer mucho para mejorar nuestras vidas, tenemos que tener presente que no hay nada seguro. Rico o pobre, el futuro de cada persona es incierto. El mañana le traerá tanto dolor como placer y puede que tengan poco o ningún control sobre la gran capacidad de cosas que pueden producirse en el futuro. El éxito de ese proyecto importante no está garantizado, por mucho talento que tenga usted y con mucho esfuerzo que le dedique.

Quizá ya se haya enfrentado alguna vez con la ley de Murphy que dice: “No hay nada que sea tan fácil como parece. Todo lleva más tiempo del que usted esperaba. Y si algo puede ir mal, irá, y en el peor momento posible”. Yo discrepo de Murphy por lo que respecta a esa parte de su ley porque es demasiado pesimista, de todos modos vale la pena recordarla. No todas las cosas van mal en peor momento posible, pero muchas sí.

Siempre habrá interrupciones inesperadas en nuestras vidas. Los obstáculos pueden aparecer de la nada. Fíjese en que cuando hace reformas en su casa, las cosas acostumbran a tardar casi el doble en estar terminadas y a costar también el doble de lo que usted esperaba. Sus planes profesionales, de viajes, sociales, de matrimonio y de ocio se ven sometidos a influencias negativas inesperadas. Pueden que en cierto momento todo le vaya estupendamente, pero todas las cosas buenas llegan a su final. No espere que esa sensación de controlar el mundo dure para siempre, porque no será así.

Las cosas cambiarán. Lo que es incierto es el momento en que lo harán. Un acontecimiento inesperado puede hacer tambalear su equilibrio durante un minuto, un día, o incluso unos años. Tengan bien presente que es muy raro que los grandes cambios en la vida nos avisen por adelantado. Los obstáculos en su camino pueden surgir de la nada. Cualquier cosa que valga la pena hacer es probable que le lleve más tiempo del que usted esperaba. En ocasiones, cosas que habrían despertado grandes expectativas deben ser abandonadas completamente. Si se trata de algo importante para usted, será mejor que esté preparado para lo inesperado.

Lo único cierto es la incerteza. El futuro le traerá cambio y es importante que aprenda a adaptarse a una circunstancia que cambia rápidamente porque habrá muchas así. Podemos resistirnos al cambio, pero de todo modo va a producirse. Es posible que lo que tememos y a lo que nos resistimos sea al dolor a corto plazo que acompañan a muchos cambios.

Aquellos que sean flexibles en su pensamiento y en su modo de actuar prosperarán, a pesar de los cataclismos y trastornos venideros en el modo que vivimos y hacemos las cosas. No deberían sorprenderle que los estudios indiquen que los individuos que responden de manera creativa al cambio, viven más que los que no lo hacen. El cambio puede ser incómodo, pero a la larga es frecuente que nos conduzca a algo mucho mejor.

Prepárese a cambiar con los tiempos en lugar de resistirse al cambio y será mucho más feliz y estará mucho mas relajado. Lo positivo del principio de la incerteza es que, a menudo, los momentos más apreciados de la vida llegan sin anunciarse. En lugar de sentirnos amenazados por los acontecimientos inesperados, deberíamos ser consientes de que también pueden ser oportunidades ocultas. Los desastres caen sobre nuestros planes, pero del mismo modo podemos tener una buena suerte imprevista.

Estar preocupado por el futuro es bastante inútil porque llegará antes de lo que se imagina. Es cosas de locos, pero cuanto más difícil se hace prever los acontecimientos de la vida, más intentamos fiarnos de las predicciones. No existen estadísticas sobre el futuro, aparte del hecho de que siempre va por delante de usted y que llegará un día tras otro. Lo mejor es esperar lo inesperado. Lo único seguro es que no hay nada seguro. Confíe en sus instintos y en su creatividad para que le ayuden en su viaje por la vida y le irá bien.

Fuente: 101 cosas que ya sabes, pero siempre olvidas. Amat Editorial. Ernie J. Zelinski