El tiempo es como la calidad de tus recuerdos…
Esta expresión, sabia en su composición, la he escuchado un sin de veces en películas, libros y conversaciones. Escribo hoy sobre ésta expresión, ya que últimamente he visto y escuchado a mucha gente que se la pasa sufriendo por algo o que busca algo por que sufrir. También a mucha gente que se la pasa esperando a esperar, como que algo le caiga del cielo. También observo mucha gente quejándose por algo, con razón o de gratis, pero haciendo muy poco, trabajando, por solucionar o minimizar esas quejas. También veo profesionales que culpan a otros por los males propios y ha muchos hablando demasiado para lo que hacen. En fin, mucha gente que le gusta que el tiempo le pase gratis.
El tiempo no espera a nadie. Todas éstas personas, quejonas, negativas, habladoras de pistoladas, culpadores especializados, esperadores profesionales… tienen razón. Tienen la razón, porque inventan su propio mundo, donde la exageración, el poco involucramiento (si es que lo hay), la dejadez, la frialdad, la comodidad, son protagonistas en sus vidas. Tienen todos los papeles de la película, el de Director, el personaje principal, el de reparto y hasta los dobles. Por eso tienen la razón. Pero, también, deben saber que el tiempo nunca espera a nadie.
La razón, y única causa, por la que el tiempo no espera a nadie, es porque “el tiempo” está para los que sí hacen algo productivo, por sus vidas y la de los demás; se arriesgan a conseguir lo que persiguen; buscan cambiar y mejorar las cosas; contagian a otros a ser más; consiguen lo que se proponen; sueñan con la cabeza pero con los pies en la tierra.
El tiempo es como la calidad de tus recuerdos. Como sea la calidad de tus recuerdos, en esa misma medida se podrá determinar la pureza del valor de una onza de ese tiempo.
Como el tiempo no espera a nadie, es recomendable activar algunas acciones en la calidad de tu vida. Por eso es tiempo de Actuar, Olvidar, Darte Cuenta y Amar.
Tiempo de Actuar…
Hoy es el momento para decidir y mantener tus preceptos y valores como ser humano de progreso.
Hoy es el momento de iniciar esa gran idea que comienza con la valentía de un primer paso y la rebeldía de afrontar sus miedos y temores.
Hoy es el tiempo de hacer eso que desde hace tiempo has postergado, dejándolo para algún día.
Hoy es ese tiempo para sentir, oler y ver el horizonte que tienes vs. el horizonte que anhelas.
Si las cosas están como están, en algo seguro tu tendrás mucho que ver. “Es mejor sentir un kilo de rabia por algo que no funcionó, que un gramo de frustración por el sentimiento que invade el no intentar nada, sobre todo, sabiendo que podrías o puedes”.
Hoy es ese día…, por eso el tiempo nunca espera.
Tiempo de olvidar…
Hoy eres lo que decidiste y no hiciste ayer. Para olvidar, una buena decisión es cambiar. Hacer algo mejor, que anule lo que no puedes quitarte de la cabeza.
Hoy puedes decidir enterrar las sombras del pasado. Esa sombra cuya oscuridad no existe (por lo menos yo nunca he visto la sombra del pensamiento de alguien).
Hoy es bueno perdonar, para que ese pensamiento te deje avanzar, alivie la carga invisible que muchos a veces llevamos. Cuando no quieres perdonar, ese pensamiento , y esos segundos que inviertes en realzar ese recuerdo, preparan el carbón de tu existencia, necesario para arder, sin quemar a nadie. Sólo te quemas tu. ¡Qué egoísta es el no perdonar”.
Hoy es ese día… por eso el tiempo nunca espera a nadie.
Tiempo para darte cuenta…
¿Estás conforme con lo que vives, con lo que ves a tu alrededor?
¿Te sientes bien como estás?
¿Te parece bien lo que ves?
¿Deseas ser mejor?
¿Deseas seguir dependiendo de otros para ser diferente o mejorara?
Es tiempo para darte cuenta. Hay un periodo en la vida en que vivimos para muchos, pero menos para ti. Vivimos para el jefe, vivimos para la pareja, vivimos para los hijos, vivimos para nuestros padres, vivimos para muchos, pero no vivimos para nosotros. Es como una especie de falso egoísmo, que sin querer te hace daño. Si no vives también para ti, difícilmente podrás darle lo mejor a los demás.
Cuando te das cuenta de ti (tu verdadero proyecto de vida), entones el horizonte se ve claro, los obstáculos aparecen pero con energía para superarlos. Tus pies se sienten más focalizados, y cada paso que das enfocan mejor tu andar por la vida.
Hoy es ese día… por eso el tiempo nunca espera a nadie.
Tiempo para ser insistente en mantener tu estilo de vida…
En cualquier parte de mundo, en cualquier país, en cualquier ciudad, en cualquier familia, donde veo progreso, está la gente que solo insiste por mantener sus principios y valores.
Recuerda… Lo que eres se tiene que parecer a ti. Lo que anhelas debes defenderlo para que el abrigo de la realidad caliente la ternura de tus acciones. Lo que mañana pase, es por lo que decidas hoy.
Si no lo haces… no te preocupes… el tiempo no espera nunca a nadie.
Juan Carlos Caramés Paz
Experto en Creatividad, Autor, Conferencista, Asesor y Consultor.
Con más de 20 años al servicio de más de 800 empresas y 1.500.000 seres humanos formados. Más de 50.000 horas de facilitación. Más de 3.500 conferencias dictadas en: Venezuela, Panamá, Guatemala, Costa Rica, Estados Unidos, Colombia, México, Argentina, Perú, Dubai.