“Quién tiene un porqué vivir puede soportar casi
cualquier cómo.”
– Friederich Nietzsche

“La visión sin acción es una ensoñación. La acción sin
visión es una pesadilla.”
– Proverbio Japonés

Hay un proverbio del Antiguo Testamento que cita: “Donde no hay visión, la gente perece”. Imagínese manejando de noche en pleno invierno. Digamos que va por la autopista a cien kilómetros por hora y en un instante se encuentra en
una densa y espesa niebla. ¿Cómo se siente en el momento que se da cuenta de que no puede ver más allá de, digamos diez metros hacia el frente de su auto?.

Su respuesta inicial es probablemente un poco de pánico. Seguramente, su pie pasa inmediatamente al freno y desacelera su auto hasta que va a vuelta de rueda. Se mueve tan lento como se atreva para no pegarle a alguien enfrente y entonces ocasionar un daño corporal a esa persona, a usted o a su automóvil.

Llevemos esta experiencia a un nivel más incómodo. Supongamos que conforme atraviesa la niebla, ésta se vuelve gradualmente cada vez más densa hasta que sólo puede ver dos o tres líneas divisorias de carril delante de usted. En este momento quizás hasta esté bajando la ventana para tratar de ver las líneas junto a sus llantas. Pocas experiencias generan tanto pánico.

Tiene miedo de detenerse por temor a que alguien llegue y se estrelle por detrás, pero apenas puede ir hacia adelante porque realmente ni siquiera está seguro de que va a permanecer en la carretera. Yo he estado en situaciones en las que la niebla es tan densa y desorientadora que no sabía qué dirección era cuál. Ésa puede ser similar a las experiencias de los pilotos de avión que se encuentran dentro de una nube y no saben si están de pie o de cabeza.

Después, piense en cómo se siente conforme emerge de la niebla. Al principio, en lugar de sólo ver dos o tres de esas líneas blancas enfrente de usted, se pueden ver cuatro, seis u ocho de ellas. Entonces puede ver la siguiente curva en la carretera, y de pronto la niebla se levanta totalmente y sus luces iluminan la carretera doscientos metros adelante de usted.

¿Cuál es su respuesta emocional inmediata?. Además de un gran suspiro de alivio y de la liberación de los músculos tensos, seguramente su pie pasará inmediatamente del freno al acelerador. Empieza a moverse más rápidamente. Deja de sudar, seca sus manos, pone su codo de nuevo en el descansabrazos, vuelve a encender la radio y se encuentra experimentando paz nuevamente.

Una vez que se encuentra seguro fuera de la neblina, piense en la única cosa que cambió durante esa experiencia, un acontecimiento que pudo haber durado sólo unos segundos. La única cosa que cambió fue su visibilidad, su capacidad de
ver. Con visión vio con claridad la carretera frente y no sintió ninguna aprensión. Cuando no había visión, estaba como se dice en los Proverbios, a punto de perecer.

¿Está usted viviendo su vida entre la niebla?

“Descended a vuestro propio corazón y
leed ahí lo que sois y lo que debéis ser.”
– Jemima Wilkinson

Todas esas emociones negativas que experimentó mientras manejaba en la niebla son similares a las emociones que experimenta cuando conduce su vida desde la misma forma. Cuando no tiene visión de su vida, de su carrera, de su
familia, de usted personalmente, de lo que quiere lograr, cuando no tiene visión de hacia dónde se dirige, sus emociones son las mismas que experimentó en la carretera neblinosa. Estar en la niebla en la vida es en muchos aspectos incluso
peor que estar en medio de la niebla en la carretera. Al manejar en la niebla, tiene una determinada certeza de que no durará para siempre. Pero no hay certeza de que la niebla en la vida no durará para siempre.

La falta de visión personal puede debilitar tanto física como emocionalmente. A usted le cuesta trabajo levantarse de la cama. Se mueve lentamente. No está emocionado. No hay anticipación sobre el día, no busca levantarse en la mañana. En el mejor de los casos todo lo que quiere hacer es existir y pasarla. No hay diversión en la vida, no hay sentimiento de plenitud.

Pero en el minuto que crea visión en su vida, la energía regresa. Usted no puede esperar para levantarse en la mañana. Usted sabe exactamente hacia dónde se dirige y por qué está haciendo lo que está haciendo. La emoción que viene con eso es la misma emoción de pisar el acelerador para llegar a su destino. Con visión hay un sentimiento de urgencia, una impaciencia divina por la vida.

Su misión personal en la vida incluye todos sus roles y valores personales destinados en una frase, o dos, que describen lo que quiere ser y lograr en la vida. Encontrar las palabras para describir su propósito único en la vida no va a ser fácil, pero definitivamente va a valer la pena. Una vez que ha determinado su misión personal en la vida, ésta se volverá su faro antiniebla que iluminará con claridad el camino enfrente de usted y lo ayudará a cortar la niebla para los asuntos y
actividades de todos los días.

Quisiera concluir este artículo con dos excelentes pensamientos, que alimentan el espíritu de un hacedor:

“Si uno avanza en la dirección de sus sueños, y se empeña en vivir la vida que se
ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en las horas comunes.”
– Henry David Thoreau

“No hay circunstancia, suerte, o destino que puedan burlar o entorpecer o
controlar la firme resolución de un alma determinada.”
– Ella Wheeler Wilcox