Uno es solo lo que piensa. Lo que creas de ti, es solo el 90 por ciento del éxito en la vida. El resto es solo acción, acompañado de preparación y algunos toques de teclas.

En tu vida, pasa solo lo que eres capaz de hacer realidad. Los deseos de intentar no valen, solo lo que te atreves, marca la diferencia.

Creer en ti mismo, en una de las sensaciones más maravillosas que pueda experimentar un ser humano. Te llena de seguridad, fortaleza y valor. No es algo que se extingue. Es una sensación que se va experimentando en los capítulos de la vida, en los retos, en los ascensos de tus aspiraciones.

Cuando crees en ti, fortaleces el sabor de tu alma. Pocos saben que el alma tiene sabor. Te das cuenta como sabe, cuando contemplas el tamaño de tus actos, cuando tus temores son afrontados por la valentía de tus acciones.

Creer en ti mismo es una decisión que debes tomar desde el primer momento en que te levantas. Puede que el día anterior hayas tenido un día pésimo, lleno de cosas que pueden desanimar a cualquiera, pero creer en ti mismo hará que no pares a pesar de las dificultades.

Cuando te valoras por lo eres, por lo que puedes llegar a ser, y no por lo que piensan los demás, separas la realidad de una falsedad. Nadie conoce de lo que eres capaz de hacer, hasta que te lo propones. Comprobarlo, te hace sentir esa tranquilidad de capacidad, ese fuego que mantiene la chispa para encender el más imposible impensable.

Creer en ti mismo no nace de un día para otro, es una actitud que debes cultivar desde ahora mismo y debes invertir mucho tiempo para que realmente te dé resultados a largo plazo. Es como plantar una pequeña semilla, tienes que darle agua todos los días para que crezca poco a poco, lentamente… Y llega un día en que se hace grande y por fin da sus frutos. Al igual que el jardinero que dedica mucho tiempo de su vida para al final gozar de los deliciosos frutos, tú debes tener esa paciencia sin esperar resultados inmediatos. Pero, eso sí, el secreto es comenzar ¡YA!

Para ese comienzo, trata de hacerlo, por esas cosas importante que debes hacer en tu vida. Toma decisión de la vida, no dejes que ella las tome por ti. Si te duermes, ella actuará, pero también mermará esa capacidad de seguridad, que se siente cuando no dudas de ti.

Por eso, es importante que sepas, lo que significa dudar de ti mismo…

  • Dejar que los demás actúen por ti.
  • Pensar, por mucho tiempo, que no te mereces lo que pasa, e inclusive, ni sabes por que pasa.
  • Tener miedo al fracaso.
  • Volverte inseguro, indeciso y nervioso, por las decisiones que debes tomar todos los días en tu vida.
  • El diálogo interno de conversación, consigo mismo, se parecerá a los siguientes comentarios…

¿Y qué tal si se me olvidan las palabras cuando esté de pie delante de ellos?
¿Y si me quedó completamente en blanco?

¿Y si lo hago mal?

¿Y si sueno o me veo estúpido?

¿Y qué tal si me odian?

¿Y si no soy lo suficientemente bonita o listo o calificada o no tengo la experiencia o no tengo el talento necesario?

¿Y si el curso es muy difícil para mí?

¿Y si hago lo que me recomiendan y no funciona?

¿Y si estoy muy viejo para empezar algo nuevo como un negocio, o no tengo la experiencia necesaria o las habilidades que se requieren?

¿Y qué tal si me emociono, como siempre me sucede, y luego fracaso?
¿Y si los desilusiono de nuevo?

Lo que realmente quieren decir todas estas dudas es “tengo demasiado miedo de hacer cualquier cosa, de ser yo mismo, así que no haré nada”.

No confiar en uno mismo es una enfermedad que no discrimina, nos puede atacar a todos. Afecta nuestra mente, nuestras emociones e incluso nuestra fisiología. Es multidimensional y si la dejas, destruirá tus oportunidades, desperdiciará tu potencial, arruinará tus relaciones, infectará tu pensamiento, aplastará tus esperanzas y lo que es aún peor, arruinará tu vida. No tiene que ver con la raza, religión, edad, color de piel, logros pasados, sexo, talento, inteligencia o el balance de tu cuenta bancaria.

Para muchos de nosotros la duda de nuestro valor personal nos toca a la puerta todos los días, a veces lo hará delicadamente, y otras te atacará sin misericordia. Llegará disfrazada de algo mucho más noble como preocupación, lógica o razonamiento, pero en realidad no es nada de eso, es solamente el miedo con un diferente atuendo. Es dudar de ti mismo, con un poco de maquillaje. No te dejes engañar, el miedo no se preocupa por ti.

Una manera de creer en ti mismo, es proponerte producir ese cambio en algo que tanto te molesta, por ejemplo. Saca de tu vida ese algo, que ya debe parar, para probarte lo que eres capaz de afrontar.

Creer en ti, es retarte a ti mismo y tratar de superarte cada vez más. Parece algo irreal pero las grandes personas de éxito una vez que han ganado a otras personas de su mismo nivel, lo único que les queda para mejorar es retarse a sí mismos y ver el potencial que tienen dentro, porque saben que si no están en constante movimiento pronto estarán retrocediendo. Y esa es la realidad de quienes no se esfuerzan en creer en sí mismo, simplemente vuelven al lugar donde estaban antes.

Para creer en ti mismo, debes acudir a unos secretillos sencillos…

Cuando realmente estás convencido de tus deseos, sólo la constancia es la fuerza que mantiene real, cualquier intento de abandonar.

Para creer en ti mismo, la responsabilidad de tus actos, se convierte en el denominador común de tus consecuencias. Uno se acostumbra a no negociar lo que es innegociable.

Para creer en ti mismo, ponemos a prueba la capacidad de superar nuestras dudas. Dudar es normal en la vida, pero que te paralicen, es algo que nadie se merece.

Para creer en ti mismo, le decimos a nuestra vocecita interna todos los días: “Si se puede”. Hay que aprender a buscar los rayos de sol, en plena tormenta. Nunca olvides, por encima de la tormenta, siempre está el sol.

Para creer en ti mismo, tienes que acostumbrarte a mantener tus convicciones, sobre todo, esas que te han y siguen convirtiéndote en el campeón de tu vida.

Creer en ti mismo es tener la plena convicción de que aunque tengas miedos lo afrontarás sin importar lo que pase. ¿Te atreves a creer en ti mismo?