“Las cosas que se quieren… sólo se alcanzan cuando uno corre tras ellas…”

Elisabet Benavent

 

¿Sabes que tan proactivo estás?

¿Vas al ritmo de lo mejor, buscando superarte constantemente?

¿Tú día a día contribuye con lo que deseas y anhelas?

Para saberlo, verifica cómo está tu escala, con los siguientes cuestionamientos actitudinales, que contribuyen con una personalidad proactiva. No existe un perfil exacto, clínico o psicológico sobre la personalidad proactiva, pero los siguientes tienen toda una confiabilidad aceptada.

Una persona proactiva, tomas decisiones con regularidad, en el día a día, sin mayor problema y sin generar complicaciones. No se le caracteriza como una persona indecisa, de esas que se la pasan encontrando razones y justificaciones para hacer nada, esquivar situaciones y dejar que las cosas se compliquen.

Para un proactivo, tomar decisiones es un indicador de avance, de conquista, de acción y pasión. Pocos segundos, minutos e instantes, tardan en decidir, pero nunca se trancan por miedo a hacerlo. Están dispuestos a tomar más riesgos de lo normal, que cualquier otra persona.

Para una persona proactiva, evadir responsabilidades está fuera del radar de su personalidad. Asume con iniciativa sus responsabilidades, inclusive muchas veces, tomando más de lo que le corresponde.

La iniciativa lo caracteriza, no solo en el día a día, al colmo de aperturar más cosas de las que puede cerrar. Él su propia guía, nadie le dice lo que tiene que hacer.

Una persona proactiva, es puntual en sus compromisos, haciendo notar la diferencia muy por encima del promedio. Uno de los secretos de la puntualidad es la anticipación, sacando provecho del tiempo, escogiendo mejor los momentos, para evitar que lo importante se convierta en urgente.

La puntualidad es una característica natural de una persona proactiva, pues al hacer más cosas que alguien promedio, el manejo de lo justo, el criterio de lo importante, y la administración adecuada del tiempo, se hace indispensable y recurso en lo que hace.

Una persona proactiva, tiene dominio de la dispersión, en el sentido que constantemente se autorregula, concentrando su accionar de tareas, en el marco de su planificación cotidiana. Por el contrario, la dispersión la usa como radar para estar más pendiente de cosas, pero casi nunca dejando que ellas se le compliquen o atrasen.

Una persona proactiva, cierra lo que se propone y cumple lo que promete, en una importante proporción, que aumenta su seguridad personal y auto confianza. El cerrar lo que hace, lo mantiene constantemente enfocado, lo que evita el dar largas a las cosas. Esto es muy importante para un proactivo, hacer más que el promedio, lo que lo entrena para ser diferente.

Una persona proactiva, se la pasa concretando sus cosas. La tasa de irresponsabilidad es mucho más baja que el promedio, pues su fuerza natural es hacer lo que se tienen que hacer, por el placer de hacer más, de explorar un extra, de involucrarse más del promedio.

A una persona proactiva, rara vez se le ve buscando culpables por lo malo o por errores, y haciéndose la víctima. Por el contrario, se la pasa solucionando y encontrando maneras de avanzar. Su espíritu natural es luchar y pasar por encima de lo que sea, con la mejor disposición y ética.

Pocas veces se bloquea bajo presión, pues está como auto entrenado para hacer y hacer, aguantando presión, pero siempre avanzando y conquistando hasta lo imposible.

Una persona proactiva, pocas veces se le verá con un lenguaje reactivo. Todo lo contario, en vez de decir “no puedo hacerlo”, se le escuchará “lo haré”; en vez de comentar “hasta aquí da mi capacidad”, se le escuchará “puedo mejorar”; “busquemos otras alternativas”, comentará más que “no hay nada que se pueda hacer”; en vez de  decir “es que soy así”, se le escuchará más “puedo buscar otra forma de hacerlo”.

En vez de decir “lo intentaré”, siempre dirá “lo haré”.

Hay un tiempo para dejar que sucedan las cosas. Una persona proactiva sabe que hay un tiempo para hacer que las cosas sucedan. Albert Einstein, una vez dijo “Nada sucede hasta que algo se mueve”…

Tu futuro siempre dependerá de lo que hagas hoy, y desde este instante ya puedes comenzar a fabricarlo, convirtiéndote en esa persona proactiva, de la cual todos somos.